Umbilicus rupestri

Nombre Común: Ombligo de Venus

Nombre científico: Umblicus rupestri

¿Sabías qué?

Como curiosidad, Hipócrates recomendaba a los varones comer las hojas del ombligo de venus para procrear (lógicamente esto no tiene fundamento alguno). Le gusta la sombra y la humedad, por tanto en las piedras tiende a crecer hacia el norte por lo que es muy útil para orientarse.

Descripción

El ombligo de venus es una planta perenne herbácea, lampiña (sin pelos), puede alcanzar los 15 cm de altura. Está provista de una cepa de la que surge un tallo erecto y simple. Las hojas tienen un contorno redondeado y el pecíolo sale del centro del limbo, al menos en las hojas de la base, dando lugar a esa especie de hoyuelo que recuerda a un ombligo. Tanto las hojas como el tallo son carnosas. Poseen un cáliz diminuto. Su corola es tubulosa, angulosa, de color verdoso pero a menudo con algunas líneas purpúreas. Florece en primavera-verano. El fruto es un polifolículo con varias semillas pardas en su interior. Su distribución es Mediterránea y Atlántica. Crece en zonas rocosas de umbría, incluyendo muros y techos de casas, tanto en zonas ácidas como básicas, desde el nivel del mar hasta los 2000 m de altitud.

Ecología

Tiene un hábito de crecimiento rústico, no necesitando mucha humedad y fertilidad del suelo para crecer. Aprovecha cualquier recoveco entre piedras para desarrollarse. Soporta un rango climático muy alto, ya que se desarrolla en el amplio abanico climático entre España, Portugal y zonas frías de Gran Bretaña.

Usos

Desde hace tiempo el jugo de las hojas era utilizado para mejorar los trastornos renales dadas sus propiedades diuréticas. Es comestible pero además tiene un buen uso externo: las hojas se pueden usar para tratar pequeñas heridas o llagas, así como hemorroides y sabañones. No hay más que quitarle la piel y aplicar directamente a modo de tirita. Procediendo rápidamente y con la mayor limpieza se logra una superficie vegetal estéril.

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