Viso milenario
El Viso nos proporciona un impagable viaje en el tiempo: a la época de los romanos y también al tiempo de los Suevos. Un viaje, en definitiva al Santiago antes de Santiago.
De la época romana (alrededor del siglo I de nuestra Era) se sabe de un asentamiento poblacional que estaría situado donde hoy se levanta la Catedral.
También otro más al NE, cerca de la iglesia de San Fiz de Solovio y del barrio de Altamira (la calle del Castro conserva en su nombre la probable existencia de un asentamiento).
Con el nombre de Aseconia se conoce ese primitivo asentamiento. Sería en origen una “ mansio viaria”, es decir, una parada oficial de una calzada romana (la Vía XIX que iba de Bracara Augusta –Braga- a Asturica Augusta –Astorga- pasando por Lucus Augusti –Lugo-). (Este poblado romano primero sería sustituido luego por una necrópolis – siglos V-VII).
(Fonte: José Suárez Otero y Manuel Caamaño Gesto en “Santiago antes de Santiago”, 2003, en Historia da cidade de Santiago de Compostela. Consorcio de Santiago, Concello de Santiago, USC).
Pues bien, el Viso sería el alto donde se “visaba” o divisaba Aseconia. Orientado al este, Aseconia y la cima del Viso, se unían en una línea perfecta, coincidiendo con la salida del sol en los equinocios.
(Fuente: arquitecto Carlos Sánchez Montaña. “Distrito Altamira” en www.historiadegalicia.gal, 2017).
El actual monte arrastra directo su topónimo, su nombre, desde lo latí: la forma “ visum” (que es un supino latino) procede del verbo “ videre”= ver, divisar, examinar, revisar. Porque, como decimos, delante del Viso asomaba Aseconia.
Así lo explica el arquitecto e investigador Carlos Sánchez-Montaña:
«En topografía “visar” es un término antiguo aún en uso que significa alinear el punto de vista con la referencia utilizada. El Viso es referencia topográfica y de geoposicionamento del enclave antiguo de Aseconia en el momento de su fundación.
La posición del eje Este-Oeste del enclave romano, el Decumanus Maximo, es reconocible en la cartografía histórica y en ella se comprueba como su orientación está ‘visada’ con la cima del monte Viso.
El eje Decumanus Máximo se iniciaba por el este en la puerta de la ciudad frente a la actual Rúa de las Trompas, para recorrer la Rúa Tras de San Fiz, Plaza de San Fiz, Callejón de la Altamira, Calles de Fonte Sequelo, de Xelmírez, Plaza de Platerías, Rúa de Fonseca, y luego alcanzar la puerta Oeste en la confluencia de las Calles de las Huertas, Campo de las Huertas, Pombal y Galeras. Esta línea de visado principal que ordena el resto del enclave es a su vez el eje de la iglesia de San Fiz de Solovio, uno de los templos más antiguos de la ciudad.»
Por otra parte, en recientes trabajos arqueológicos (comienzos del siglo XXI) aparecieron varias terrazas (conocidas aquí también como roleiros, y en general en Galicia como bancais o socalcos). Se encontraron –tanto en el Gaiás como en el Viso–, estructuras de aterrazamIento, destinadas a la contención del terreno mediante rellenos y muros erguidos para salvar las pendientes y hacerlos aptos para el cultivo.
Lo más increible de estos descubrimientos es su datación: se remontan nade menos que en el siglo V. Por lo tanto al tiempo de los Suevos. Y siguieron empleándose hasta épocas modernas.
Entonces, el Viso y el Gaiás nos llevan a los orígenes mismos del sistema agrario gallego y del paisaje rural tradicional, a 1.500 años atrás.
Después de estos descubrimientos, los arqueólogos también deducen que es muy problable que en estos cultivos creciera la vid (sobre todo ya con el Cristianismo asentado en el alta Edad Media, pues era preciso para la liturgia) y el trigo.
La existencia de estos roleiros permite deducir también que en el Viso habría ya un asentamiento humano en ese siglo V. Pensemos que aún quedaban cuatro siglos para la fundación de la ciudad de Santiago (en el siglo IX es cuando Santiago se ha de convertir, tras el descubrimiento de los restos atribuidos al apóstol Santiago el Mayor, en el primer núcleo urbano de la Galicia Medieval
(Fuente: López Alsina).
(Fuente: Felipe Criado y Paula Ballesteros, 2002 en La arqueología rural: contribución al estudio de la génesis y evolución del paisaje tradicional. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
—Felipe Criado, César Parcero, et alii, en Atlas arqueolóxico da paisaxe galega, 2016. Edicións Xerais de Galicia)