Resulta evidente que una parte importante de los pasos que existen hoy en sobre él Sarela son de origen reciente, en el mejor de los casos, vienen a sustituir pasarelas practicables en verano, o puentes de madera. Algunos puentes actuales están demasiado cerca y podrían ser simplemente puentes que reemplazan a las plataformas para dar acceso a una zona de molino, un puente peatonal o una pasarela. Sin embargo, es cierto que este fenómeno de puentes cercanos también se pueden atribuir a reconstrucciones de pasos antiguos realizados con el fin de darles más solidez o mejor protección contra las inundaciones.
Sin restarle mérito a los puentes y pasarelas anteriores, los que cruzamos, o estamos más cerca de este tramo del giro son los siguientes:
Puente de Vidán: Puente de un solo ojo. Atraviesa el río conectando la ciudad con los caminos y pistas que llegan hasta el paraje de Sarela de Abajo y la ladera del Monte Pedroso. Actualmente está cubierto de asfalto a pesar de ello se aprecia en la baja las antiguas piedras.
Puente de Santo Domingo: En textos antiguos aparece con el nombre de puente de Santos. Situado a la entrada de Vidán, junto a la actual carretera de Noia, solo conserva un arco casi invisible bajo la espesa vegetación que cubre la ribera del río. Por lo que queda de su estructura, podemos suponer que este puente es anterior al de Sarela, y también que posiblemente fue severamente afectado por una crecida del río, y nunca fue reparado, siendo abandonado. Posiblemente fuera el puente de acceso a Compostela que podría seguir dos variantes, una que seguiría recto hacia la actual Alameda, y otra que pasaría por el barrio de San Lorenzo. Una vez destruidos los puentes de Sarela y Laraño, serían los lugares elegidos para llegar a Santiago.
Puente de los Molinos de Carmela: se ubica al este de la desembocadura del Sarela en el Sar. Está incluido en el Catálogo de Bienes Culturales del Plan General de Ordenación Municipal de Santiago. Se cree que el origen se remonta a la época en que se reforzaron las peregrinaciones a Compostela (hacia el siglo XII). La morfología sería característica de una ruta medieval, con el tiempo se fue modificando según las necesidades emergentes. Asocia su nombre al Molino de Carmela. Desde finales del siglo XVI existe constancia de molinos en la zona, destacando junto al puente el Molino de Carmela.