Entre los participantes de aquel banquete destacan, muy especialmente, Aurelio Aguirre, Eduardo Pondal y Luís Rodríguez Seoane. Otros asistentes ilustres fueron Manuel Murguía y Juan Manuel Paz Novoa. También se cree que pudo estar Rosalía de Castro, pero no hay ninguna prueba contundente al respecto. Uno de los actos simbólicos más destacables de este histórico almuerzo fueron los brindis poéticos pronunciados por Aurelio Aguirre, Eduardo Pondal y Luis Rodríguez Seoane, por aquel entonces estudiantes de Derecho el primero y de Medicina y los otros dos. He aquí un extracto de los versos pronunciados por Aurelio Aguirre en aquella jornada de 1856:
«Sol de la libertad, tu lumbre dame.
Deja que el fuego que en tu rayo brilla
mi generoso corazón inflame.
Y bajo el cielo de la fiel Castilla,
entonaré mi canto… Haré que llame
a los vástagos dignos de Padilla,
para decirles de su gloria en nombre
que no ha nacido para esclavo el hombre
Que es hechura de un Dios omnipotente,
y que su imagen esculpida lleva,
para eterno blasón, sobre la frente
que con orgullo al firmamento eleva.
Y que su origen celestial desmiente
y alma mezquina y miserable prueba,
el que teniendo corazón y manos,
sufre el yugo sin ley de sus hermanos…».
Por este y por otros brindis pronunciados en ese día, tanto Aurelio Aguirre como Eduardo Pondal fueron procesados por la Audiencia de A Coruña, que pretendía deportarlos a las Islas Marianas, aunque finalmente esto no sucedió gracias, entre otras cosas, a los informes del fiscal de Santiago, Juan Carballo, y a la mediación del diputado Eduardo Ruíz Pons. Además, la Iglesia acusó de ateo a Aurelio Aguirre -una acusación grave para la época-, pues consideraba que estos alegatos carecían de moral y religiosidad.
+INFO
www.santiagodecompostela.org/medi/Baners/Banquete_de_Conxo_Reducido.pdf
http://santiagodecompostela.org/imxd/noticias/doc/1556801066banquete_de_conxo_nenos_.pdf