Selva Negra

Denominada así por su frondosa vegetación, es el parque forestal más antiguo y de mayor superficie de la ciudad. Se cuenta que sus 220.000 metros cuadrados de bosque fueron plantados en el siglo XVII por los vecinos de las parroquias de Marrozos, Aríns y O Eixo.

Dentro de sus terrenos, también había tierras agrícolas y de pastoreo que los campesinos y campesinas utilizaban a través de previo pago por su aprovechamiento, al Concello y las monjas del Convento de Santa Clara, primeros propietarios.

Situado en la parte más baja del monte Pedroso, constituye una zona natural caracterizada por la existencia de una vaguada formada por prados y antiguas masas de robles, algunos de ellos de tamaño considerable, además de contar con un humedal formado en una antigua cantera , dos miradores, una mina de agua y una fuente de piedra de la que brota agua todo el año.

La existencia de esta parcela está documentada en el siglo XVII, cuando era de titularidad pública. Más tarde, en el siglo XIX, perteneció a la familia Daporta hasta que en el 2007 el Consorcio de Santiago se la compró a los herederos.

A partir de ahí se iniciaron unos trabajos de acondicionamiento de caminos y muros, eliminándose especies invasivas y se  repobló con especies autóctonas.

Además de los robles (Quercus robur) podemos encontrarnos con diferentes especies arbóreas como: sauce (Salix atrocinerea), abedul (Betula alba), avellano (Corylus avellana), alcornoque (Quercus suber) o pino domesticado (Pinus pinea).

A modo de anécdota, comentar que aún quedan, en las inmediaciones de la fuente, los restos de una antigua casita construida por el antiguo propietario, José Daporta en la que se organizaban meriendas el fin de semana y para que su mujer, la pianista Rosita López pudiera descansar y dedicarse a su gran pasión, tocar este instrumento.

Además, dentro de las 22 hectáreas de extensión de la Selva Negra, podemos encontramos diversos elementos para visitar:

Fuente de la Selva Negra.

Situada al norte de la Campeira, es uno de los elementos más característicos del parque. Se atribuye su presencia en esta zona a la posible existencia de una capilla, de la que no se conservan restos, tampoco existe ningún asentamiento cercano que justifique su construcción

Formada por un cuerpo de piedra coronado por una estructura a modo de chimenea con dos caños de los que brota el agua, que desemboca en una gran pila rectangular. Junto a esta pila aparece una zona enlosada rodeada por dos bancos de piedra, creando un fresco lugar de descanso. En la parte frontal aparecen distintas inscripciones, difícilmente legibles a día de hoy, que nos permiten datar la fuente de cara al siglo XVIII.

Fuente de la Selva Negra

El agua de esta fuente procede de una mina construida al norte del parque que después de desbordarse en la pila llegará a una zona húmeda arbolada al fondo del parque para acabar, a través de un antiguo canal, en el río Sarela.

La fuente también ha sido ha sido escenario de leyendas, como la que recoge el amor imposible entre Abel, un pastor  y una ninfa.

Abel acudía cada tarde a tocar la flauta a la fuente hasta que un día del agua emergió  una mujer y le besó.

El pastor quedó prendado de aquella ninfa, a la que nunca volvió a ver. Nunca supo si fue un sueño o si la Naturaleza le daba las gracias por su bella música.

Descampado en la Selva Negra

Campeira de la Selva Negra

Cerca de la entrada principal desde la carretera de Figueiras, entre el regato y el muro, nos encontraremos con la Campeira de la Selva Negra.

Existen noticias de prensa del siglo XIX que nos hablan de las romerías y meriendas que se celebraban en este lugar con el permiso del propietario de la finca.

Es una zona donde abunda el agua, por lo que podemos observar que las especies que crecen aquí son las características de zonas húmedas como helecho (Tracheophyta), espino (Crataegus monogyna), sauces (Salix) o abedul (Betula alba).En verano podemos deleitarnos con la flor rosada de la dedalera (Digitalis purpurea), el color violeta de los berros de prado (Cardamine pratensis) o de la colorida diversidad de los narcisos (Narcissus) y en otoño, para los apasionados de la micología, brotan distintas variedades de setas.

Carballeira de los Asidros de la Selva Negra

Antiguamente se extraía de aquí madera para la construcción, leña para los hogares o incluso se usó este robledal como lugar de celebración de romerías. Hoy en día, podemos encontrarnos con pies de robles de gran tamaño, que se se van renovando gracias al crecimiento de ejemplares nuevos, además de singulares plantas trepadoras como madreselva (Lonicera periclymenum) o hiedras (Hedera helix), que suben por los árboles en busca de luz.

Carballeira dos asidros
Mirador de la Selva Negra

Mirador de la Selva Negra

En La Selva Negra existen dos miradores desde los que disfrutar de diferentes aspectos relacionados con el monte gallego: el  «Mirador do Alto da Selva Negra» sobre los terrenos del robledal de la Fuente y «Mirador da Matogueira da Selva Negra».

Mina de agua de la Selva Negra

Situada en la zona norte del parque de la Selva Negra, se trata de una mina construida para extraer agua del subsuelo, consistente en unos muros de piedra que forman un dique, donde se embalsa el agua. Antiguamente este agua se utilizaba para el riego y actualmente alimenta fuentes, lagunas artificiales, regatos y pozos.

Mina de agua
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